La Oración de un padre sanó a su hija del coma
Karina Souto Rocha, de 29 años de
edad, había recibido tres disparos por parte de su exnovio, uno en la
cara, el pecho y el abdomen. Poco después de dispararle, el hombre se suicidó.
Encontrada en un estado muy grave, Karina fue mantenida viva a través de aparatos
médicos, y las pruebas confirmaron que tenía muerte cerebral.
"El médico me llamó y me dijo que su
condición era irreversible. Las pruebas mostraron que no tenía nada más qué
hacer por mi hija, pero en mi corazón sentí que no iba a morir y empecé a
orar", dijo José Rocha Cardoso, de 56 años, padre de la víctima.
Él mantenía la fe en que Dios podía hacer un
milagro. Cuando el equipo médico decidió que era hora de apagar los
dispositivos, una enfermera se dio cuenta de que Karina había movido sus
manos. Asustada, decidió llamarla por su nombre, y la paciente respondió con
un movimiento de cabeza.
"La enfermera salió corriendo y llamó al
médico de cabecera. Luego vino a mí, llorando. Pensé que diría que había
apagado los dispositivos, pero dijo que Karina había reaccionado. Los
médicos y las enfermeras lloraron conmigo. Todo el mundo sabía que Karina
volvía por un milagro", agregó Cardoso.
Hasta ese entonces, los médicos habían declarado
que no podían hacer nada por Karina, porque para la medicina, ella estaba
muerta, pero Dios hizo la obra, le dio otra oportunidad y la trajo de
vuelta. "Estaba aquí, afuera, clamando a Dios y pidiéndole que entrara
allí y levantara a mi hija", menciona el aún sensible padre.
Alentado por la experiencia
milagrosa vivida en su familia, Cardoso quiere difundir un mensaje de
esperanza: “El ángel del Señor caminará por este hospital, se manifestará en
las vidas de estas personas que están ahí afuera, hospitalizadas y las que
están en sus hogares, confíen en el Señor. ¡Tú que lo necesitas, Dios
existe! Dios está vivo!”, son sus palabras de fe.
Comentarios
Publicar un comentario