Hong Kong deploró riesgo a salud pública por nuevos disturbios
El gobierno de Hong Kong (sur de China) deploró hoy que
manifestantes pongan en riesgo la salud pública en medio de la epidemia por el
coronavirus COVID-19 y perturben el orden social con acciones violentas. Un
portavoz del Ejecutivo local condenó el vandalismo a edificios como una
clínica, bloqueo de varias avenidas con barricadas, uso de bombas caseras y
ataques a la policía cuando grupos radicales se concentraron anoche de manera
ilegal en la localidad de Mong Kok.
Los actos se prolongaron hasta las primeras horas de este
domingo, y conllevaron a las fuerzas del orden a proceder con medidas
antimotines para dispersar a la multitud, y como resultado al menos 115
individuos fueron arrestados. El vocero consideró indignante que algunos
radicales todavía incurran en la violencia cuando la región administrativa
especial y todo el país están en emergencia por el COVID-19 y además buscan
amortiguar su impacto negativo en la economía.
Similar postura compartió el secretario de Finanzas, Paul
Chan, al advertir que si persiste la agitación Hong Kong corre el riesgo de
perder la confianza de inversores extranjeros, pues cuestionarán la seguridad
del importante centro financiero para mantener los negocios.
La llamada Perla del Oriente vive bajo tensión desde junio
pasado por la continuidad de manifestaciones devenidas en disturbios que
comenzaron en rechazo a una ley de extradición ya muerta- y mutaron a exigir
demandas sociales, económicas y políticas.
A mediados de noviembre hubo una radicalización de las
protestas con niveles alarmantes, seguido de un descenso de la violencia que
permitió la celebración de elecciones a nivel de distrito sin interrupciones.
Desde entonces se reportan algunas acciones como la de ayer y las autoridades
denuncian que son alentadas por pronunciamientos y maniobras injerencistas de
fuerzas extranjeras.
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